La libertad, orden y eficacia
El ser humano, el hombre como especie animal, ha hecho de su debilidad y su capacidad de adaptación a las circunstancias naturales adversas su rasgo para la dominación que hoy tiene entre todas las especies.
La voluntad individual por la superación, por la supervivencia, conjugada con la eficacia de la actuación conjunta en sociedad organizada, ha permitido a la especie humana prosperar. La interacción entre las voluntades individuales, como motor de las iniciativas nuevas, con la contribución de los individuos a sociedades cada vez más organizadas y desarrolladas, como refugio y base del desarrollo personal, es lo que ha permitido la prosperidad y el avance de la especie. Es también en la forma de esta combinación donde radica el éxito o el fracaso de los individuos que las componen y de las sociedades que forman. Sociedades y Civilizaciones, que siendo fuertes en su momento, han desaparecido por no adaptarse a los cambios que ha impuesto la evolución.
La sociedad es una necesidad que tiene el hombre para su supervivencia y su reproducción, no es un fin. Las sociedades, como entidades poblacionales, se han ido formando en función de la garantía de consecución del objetivo principal. El interés individual y el colectivo siempre ha sido motivo de confrontación. La dominación del conjunto social, de la sociedad, da a los individuos que la ostentan más posibilidades personales para el desarrollo de su voluntad personal, a la vez, disfrutan mejor de la capacidad de protección que otorga la sociedad como conjunto.
Las sociedades, en la medida que han crecido, han tenido que civilizarse para dar juego al complejo conjunto de intereses individuales que en ellas se dan. En cada momento histórico el poder social lo han ostentado los individuos que más capacidad han tenido para tirar de ellas y por tanto de beneficiarse de ellas. Con la revolución francesa se plantea, por primera vez, en una sociedad civilizada, al hombre, al ciudadano como individuo, como centro del poder social. Llegó la Democracia. Un hombre, un voto para decidir la organización social. Se plantea la relación entre la libertad personal y el poder personal frente a la obligación social y el poder del estado que la administra.
A partir de ese salto cualitativo más que cuantitativo, pues en definitiva es el triunfo de la clase social que en ese momento más capacidad tenía de tirar de la sociedad como era la Burguesía, se desmelenan los pensadores desarrollando teorías filosóficas, sociales y económicas que pretenden determinar la forma de organización social que más, más que respetar al individuo, mira por el individuo desde un punto de vista bonista. El anarquismo y el comunismo son las grandes corrientes.
El orden y la eficacia
La civilización, ordenamiento necesario de las relaciones individuales dentro del colectivo social, saca a las personas de su estado bárbaro o salvaje instruyéndolos en las artes de la vida para el progreso en la escala humana.
Progreso o prosperidad que se caracteriza por la obtención de mayores ingresos con un menor esfuerzo. La prosperidad tiene dos componentes, la motivación personal y la capacidad. La motivación personal, o voluntad de prosperar, es, de los dos componentes, el más fácil. La capacidad de conseguirlo es el más aleatorio porque depende de la preparación personal y de las circunstancias en las que se manifiesta.
La productividad, o eficiencia de los sistemas, se mide por la producción obtenida en función de los recursos utilizados. Todos, sólo cuando entramos en competencia necesitamos la productividad, sin ella, y en función de nuestra posición social, no existe tanta necesidad.
El mercado libre, frente a otros sistemas interventores de organización social, necesita de la protección social a la propiedad privada para garantizar la capacidad de ahorro de los individuos que la componen. Es uno de los mayores síntomas de civilización de una sociedad.
Progreso, prosperidad, productividad, plusvalía, propiedad privada. Términos que recogen la acción económica y social. Su valoración y aplicación determina el objetivo real de los sistemas económicos y sociales y su interacción con el individuo.
Me explicaré
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