Ayudas al desarrollo del Tercer Mundo

La conciencia y el miedo obligan a las sociedades desarrolladas a instrumentar mecanismos de ayuda a los ciudadanos de los Países Pobres. Estos instrumentos vienen relacionados con medidas de protección de los sectores en los que el libre comercio permitiría, sin más, el intercambio competitivo entre los países ricos y pobres, permitiendo a estos últimos iniciar su despegue.
Desde el punto de vista financiero, el FMI canaliza las inversiones. Las ONG's canalizan el voluntariado social que desea, con los recursos de todos, implicarse directamente en no se sabe muy bien qué. Todos instrumentos de pon y quita.
Si las sociedades occidentales, con sus políticos al frente, no trabajaran tanto a crédito, con sus grandes deudas públicas, e invirtieran en función de lo que realmente tienen, podríamos por ejemplo dotarnos de una legislación fiscal, entre otras medidas, que no gravara los rendimientos de los capitales invertidos, libremente, por los ciudadanos occidentales en proyectos desarrollados por ciudadanos de los países pobres.
Los microcréditos, profesionalizados para la obtención de beneficios para el inversor, sería también una gran herramienta para la transferencia de capitales entre sociedades ricas y pobres.
Hay que recuperar el protagonismo de la sociedad civil

El Gran Apagón

Pienso en las energías y sistemas alternativos. Pienso en los gimnasios y la salud física de las personas en el occidente desarrollado. Pienso en la utilidad de las cosas. Pienso en la autosuficiencia.
El spining casero asociado a un generador que recarge unas baterías.
Todo el que no quiera centrales nucleares, cables de alta tensión y estaciones transformadoras, pero si quiera tener A.A. y todas las novedades eléctricas, que se ponga con su salud y su esfurerzo.
Hay que recuperar el protagonismo de la sociedad civil