El modelo de Estado del Bienestar que de forma pública o privada ha imperado en las sociedades occidentales para su desarrollo social y económico desde la posguerra está en quiebra y en crisis.
En quiebra porque el desarrollo tecnológico y la globalización, que permite el desarrollo de regiones pobres, está consiguiendo que países con economías más atrasadas, entendiendo al conjunto social que las sustenta, desplacen a occidente en la fabricación de los productos básicos que demandan. Productos que son los que nos diferencian como Países desarrollados. En Occidente cada vez más señoritos, mas dedicados a los servicios, a la ingeniería financiera y a la tecnología. Oficios de poco recorrido. Para sustentar los servicios debe haber economía real con margen, y esta se está marchando. Para la ingeniería financiera has de tener finanzas propias, y estas cada vez están más en manos de los países emergentes por las transferencias que desde occidente les hacemos por las compras de los artículos de primera necesidad social que allí nos fabrican más baratos. Para la tecnología no hace falta mucha gente y su desarrollo está permitiendo que cada vez menos sea necesario trabajadores cualificados que la apliquen.
Quiebra porque nos hemos dado muchos derechos y cada vez tenemos menos capacidad de dotarlos.
Los welfare públicos cada vez tienen menos capacidad de recaudar de las personas activas para mantener los derechos vendidos por políticos sin escrúpulos a las personas activas y los derechos adquiridos por las personas pasivas. Los Welfare privados se encuentran con los ingeniosos financieros de corbata y mucho sueldo que llevan a la ruina a los estamentos encargados de gestionar sus ahorros privados.
Políticos en el público y Yupis en el privado que venden y prometen, sobre el papel, lo que no tienen.
En crisis porque entre los ciudadanos occidentales, los currantes, cada vez hay más con la conciencia de que lo qué tienen es porque se lo han ganado, que es suyo, y no hablamos sólo de sus ahorrillos en los sistemas públicos sino también de lo aportado al sistema, y por tanto quieren resultados. En el privado directamente hablamos de sus ahorrazos.
Los políticos de occidente y Yupis van a tener que torear, en muy malas condiciones, con sus aprendices aventajados surguidos de los países del área comunista que tienen los recursos energéticos, mano de obra disciplinada y nadie a quien pasar cuentas.
Esta vez los Gengis Kan llegarán más lejos en su expansión, unos por el norte (Gas y Armas) y los otros por el sur (Petroleo y Armas). Veremos como queda nuestro Welfare State. Quizás ya toca la alternacia en esto de los imperios.
Mientras, inter-nos, le damos caña a golpe de subvención a nuestros Bush-Blair-Aznar.
Si nos gastamos 700.000 millones de dolares en apañar el dasaguisado de los corbateros no tendremos para recibir como se merecen a las maravillas tecnológicas que nos enseñan desde la taiga.
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