La derecha de la derecha

ETA, en su comunicado sobre el fin de la tregua, califica la política de Zapatero de fascista. La Izquierda y los nacionalistas califican al PP de fascistas.
Cuando alguien exige el cumplimiento de un orden establecido, alguien al que no le va bien la aplicación de ese orden establecido se refiere al que exige su aplicación como fascista. Se supone que la democracia tiene unos mecanismos de decisión colectiva para que no puedan existir los fascistas. En democracia si que pueden existir gentes de orden.
Ya no hay que asustarse, ni indignarse si te llaman fascista. A este paso, fascistas somos todos.
ETA, si pensaba romper la tregua tan pronto, debería haberlo anunciado antes del 27M. Como no lo ha hecho, pienso que ETA es también una oportunista que no ha desenmascarado la política de la PAZ de Zapatero cuando este podía pagar su precio ante los Ciudadanos, que son los que deben refrendarla. Al final todos fascistas pero poco respetados por unos y otros.
El resultado es los fascistas del PSOE en el Gobierno, los fascistas del PSOE en Comunidades, los fascistas del PSOE en Ayuntamientos, los fascistas del PP en la oposición y subiendo pero no lo suficiente, la Izquierda-Batasuna en Ayuntamientos y ETA, de nuevo, como siempre.
¿Serán sólo objetivo de ETA los del talante fascista?, ¿Seremos todos, indiscriminadamente, objetivos de ETA?, ¿El precio del talante lo pagaremos cualquiera de nosotros, siendo victimas, sin haberlo podido repercutir en las urnas?, ¿La culpa, del fin de la PAZ, es de los 10.000.000 de fascistas que votaron a ese PP del que sus dirigentes exigen el cumplimiento con orden de los pactos en materia antiterrorista propuestos por los fascistas del PSOE mientras negociaban con la izquierda-batasuna?.
Es como el arreglo del parque Joan Miró. Había que correr para tenerlo bonito antes de las municipales. El pago de la factura para el gobierno entrante.