"El olor de la tierra exalta nuestras raíces"

domingo, 26 de octubre de 2008

G-8 y G-20; El nuevo orden económico internacional

Estamos en vísperas de la celebración, en Washington, de la reunión del Grupo del G-8 y G-20 donde pretenden los dirigentes de los países desarrollados instaurar unos principios de reforma para cuerpos e instituciones relacionadas a los sectores financieros. Después de la masiva intervención de los bancos centrales, con dinero público, para tapar los agujeros de la banca privada internacional, habla el presidente Sarkozy de la refundación del capitalismo. El presidente Busch ha tenido que especificar que pedirá un compromiso con el libre mercado.

Globalización y Nuevo orden económico internacional. Con la masiva intervención financiera de los Gobiernos se ha instaurado en los países desarrollados con un teórico mercado libre la socialización de las perdidas generadas por los gerentes de las instituciones financieras en el seno de un mercado regulado por los gobiernos. Ellos, gerentes y reguladores, que se han enriquecido inmerecidamente por lo que demuestran los resultados de su gestión se van a reunir, después de socializar las perdidas, para establecer un Nuevo Orden Económico Internacional.

Nuevo orden económico internacional y nuevo orden social. Reglamentar lo que por vía de los hechos se ha estado realizando en los últimos años tergiversando las teorías económicas, demonizadas por las izquierdas, que defendían la supremacía y la libertad de acción del individuo, en un marco de responsabilidad, frente a los Estados. El capitalismo salvaje que dicen los de izquierdas, que luego son los primeros en salir en su auxilio.

En esta reunión se reglamentará definitivamente un NUEVO ORDEN SOCIAL. Se desenmascarará lo que las socialesdemocracias han ido instaurando con la cantinela del Estado del Bienestar. Los Estados como empresas, las empresas como subcontratas y los ciudadanos como súbditos. El protagonismo será para las castas políticas con sistemas de elección, el de los políticos, nada democráticos, con los funcionarios ejecutores como casta con privilegios y las empresas capitalistas, teóricamente libres, como suministradores de bienes y servicios regulados por el Estado. La Rusia y la China, procedentes de sistemas comunistas, aperturistas.

Este nuevo orden totalitario con piel de cordero necesita mantener formalmente el capitalismo, entendido como que la titularidad de los medios de producción es privada, para poder mantener las diferencias sociales entre los ciudadanos que conforman un estado.  Mis manos, mi capital, no sirve. Debe mantenerse, para evitar sublevaciones, el predominio del capital sobre el trabajo en la creación de riqueza, debe mantenerse la consecución del beneficio como forma de estructuración más eficiente de los medios de producción. Hay que controlar los poderes legislativos y judiciales para poder gobernar con absoluta tranquilidad, mantener contentos y aliados a los funcionarios que son los aplicadores de la voluntad de los gobiernos y así poder individualizar los beneficios y socializar las perdidas sin riesgo. Sin riesgo, ese es el nuevo capitalismo, sin riesgo. En el sistema clásico capitalista, el beneficio está ligado al riesgo asumido. En la refundación se elimina ese término definitorio, el riesgo. No hablamos sólo de riesgo de mercado, es decir que en la libre competencia tu producto no tenga éxito, sino de riesgo judicial, es decir que una mala práctica, una mala acción tendrá consecuencias sobre el patrimonio y el individuo en función del grado de relación que se tenga con los gobiernos y por tanto con el sistema.

Nos quedaba EE.UU como salvaguarda, ya no. El presidente Zapatero sufre porque no lo invitan, lástima porque de este tema sabe un rato.

Rusia, China, Venezuela, Bolivia, Argentina, .......  y ahora también la U.E y EE.UU.

El N.O.S.


No hay comentarios: